En este post, quiero contar también las maravillas que tiene la India , un país lleno de contrastes y a la vez encantador.
Nuestro viaje fue por Agra, Jaipur, Delhi y Goa.
Nos desplazamos de Almaty a Delhi en avión, desde allí, nuestro recorrido fue en coche excepto a Goa a donde, debido a la distancia, tambien volamos en avión. Recorrimos por carretera tantos kilómetros porque queríamos conocer la India más profunda, no solamente sus monumentos, sino sus gentes y costumbres.
Estuvimos mi marido, mis dos hijos menores y yo.

Primera etapa: AGRA

El TAJ Mahal, Mausoleo que el sha Jahan dedico a la memoria de su amada esposa, la emperatriz Mumtaz Mahal a quien llamaba “Luz del Palacio”, y que murió a los 39 años al dar a luz a su decimocuarto hijo. Es quizás uno de los símbolos más perdurables del amor humano.
Este monumento se terminó en 1659, después de 22 años, participaron 20.000 artesanos procedentes de Irán, Francia, Italia y Turquía. Para transportar el mármol, se necesitaron mil elefantes y poleas especiales, su coste hoy día, seria incalculable.
El mármol del Taj Mahal, adquiere diferentes matices y tonalidades según la luz, fosforescente bajo el resplandor de la luna, color rosa al amanecer y al atardecer y un blanco deslumbrante, casi cegador, con el calor del mediodía.
También es interesante el fuerte de Agra, su interior con palacios residenciales con joyas incrustadas están comunicados por pabellones y terrazas desde los que se puede contemplar el Taj Mahal. Allí fue encerrado el Sha por su propio hijo, para que contemplara desde su cautiverio el lugar donde estaba enterrada su amada esposa.

Segunda etapa: JAIPUR

Jaipur conocida como la ciudad rosada data de 1876 cuando se pinto la ciudad con motivo de la visita del príncipe de Gales y después del rey Eduardo VII. En la actualidad, la ley obliga a los tenderos del casco antiguo, si sus comercios están dentro de los límites de la ciudad rosada, a mantener el color en sus fachadas.
Palacio de Amber, es un palacio fortaleza que se encuentra en lo alto de una colina a 11k al norte de Jaipur, antiguamente fue la ciudadela de los poderosos reyes rajput. Se puede subir andando por un camino empedrado que rodea las empinadas murallas o en elefantes que los preparan adornados y pintados.
Cuando llegas arriba, es una maravilla. Patios con columnas de mármol y puertas elaboradas en plata maciza, incrustaciones de mosaicos de espejos, frescos y guirnaldas estucadas.
Se encuentran antiguos palacios que hoy día son hoteles como
Rambag palace hotel , un hotel de 5 estrellas rodeado de jardines perfectamente cuidados, antes un palacio de un maharajá.
Este hotel sabe combinar el encanto de la época en que vivía el maharajá con las comodidades más modernas, además es la única residencia privada del mundo que alberga su propia pista de polo.
Eso sí, en sus alrededores, y antes de entrar, ves como viven la gente entre cartones y basuras.

Tercera etapa: DELHI

Delhi es una ciudad con muchos contrastes de la que hay mucho que contar, mucha miseria pero a la vez, reúne a la elite de la política nacional, poderosos magnates, burócratas vestidos con un trozo de tela que les sirve de calzón, diplomáticos, etc. Su perfil, son monumentos de siglos de antigüedad, cúpulas de mezquitas, fortalezas magnificas, edificios gubernamentales de estilo modernos, embajadas y viviendas que realmente no sabes si es que se han caído o que se están empezando a construir porque se ve todo roto, la realidad, es que sí viven ahí.
Uno de los monumentos que a mí personalmente me pareció precioso es “La Tumba de Humayun” majestuoso prototipo del Taj Mahal, y es uno de los monumentos mejor cuidados. Los dos muy parecidos pero con la diferencia que el Taj Mahal está construido con mármol y éste, con piedra rosada, los dos materiales más utilizados en la India de aquella época.

Cuarta etapa: GOA


Goa, tiene un ambiente latino muy diferente de lo que se suele ver en la India. Es un lugar fantástico para relajarse, tomar el sol y comer delicioso marisco y pescados.
Los portugueses gobernaron hasta 1961, la herencia colonial es evidente. En sus calles, las villas de estilo ibérico y sus mujeres llevan vestidos en vez del típico sarí. Las playas inmensas y solitarias donde disfrutas de la amabilidad de sus gentes ofreciéndote todo tipo de frutas, sus servicios de masajes, los recuerdos típicos para comprar y su exquisita langosta, todo esto sin tenerte que mover de la hamaca, mientras disfrutas de la espectacular puesta de sol.
Espero que os guste el pequeño resumen que he sacado de mi viaje y animo a visitarlo, a pesar de lo que conté en el post anterior, creo que merece la pena.