Hoy ha llegado la llama olímpica a Almaty, la antigua capital del país y el centro económico de Asia Central. Lo que se considera un acontecimiento deportivo importante para todo el mundo, se ha convertido para Kazajstán en mucho más. El hecho de ser la primera ciudad tras Pekín por donde paseará la antorcha se interpreta como un signo de la importancia que China en primer lugar y el mundo en general empiezan a conceder a este país.
Con la llama olímpica lo que ha llegado a la ciudad ha sido el caos circulatorio y la fiebre de la seguridad. Desde las ocho de la mañana hasta las siete de la tarde, la mayor parte del centro de la ciudad quedará sellada para el tráfico rodado y los peatones sentirán la mayor seguridad que nunca habían podido percibir. Aparte de las medidas que no se ven, según el alcalde para unos 25.000 espectadores se desplegarán casi cinco mil policías, lo que es una proporción enorme de fuerzas de orden.
El miedo a que se produzcan disturbios relacionados con el problema tibetano en la primera ciudad fuera de China por donde pasa la llama ha elevado el nivel de precaución en las autoridades de la ciudad y del país. Se cierran los colegios, el aeropuerto a muchos de los vuelos, tiendas, etc. Va a ser una fiesta para el deporte, una fecha histórica para este país y para la ciudad, un motivo de orgullo para los kazajos y un motivo de conversación, seguramente por mucho tiempo.
Mañana he quedado con una amiga para ver el espectáculo, porque pasará cerca de donde vivo, saldré con cámara en mano y ya os contaré lo que me encuentre de interés.