Hoy el blog se lo quiero dedicar a mi hijo Alejandro, el mediano, que cumple diecisiete años.
Como corre el tiempo. Ayer mismo estaba jugando con él y no levantada casi dos cuartas del suelo y hoy son las que me faltan para igualarle en altura.
Aunque se pueda pensar que es pasión de madre, es un hijo maravilloso, bueno, razonable, estudioso, algo organizado, en fin, muchas de las cualidades que se desean en un hijo. Además, es guapo por lo menos para mí.
Con la edad que tiene ha recorrido ya mucho mundo y se le nota en su carácter independiente, que a veces a mi me parece demasiado, pero que hoy en día no es cosa mala. De sus diecisiete años, en España ha vivido muy poco tiempo, escasamente siete. Desde muy pequeño ha viajado solo recorriéndose aeropuertos de media Europa, lo que hemos permitido por la confianza que siempre nos ha inspirado. Sabíamos que no tendría ningún problema porque en mayor o menor grado, habla cuatro idiomas.
Estos años en Kazajstán, he disfrutado mucho más de él, pues mientras mi marido estaba trabajando y mi hija en el colegio, él, como estudiaba en casa, ha sido mi compañero, con el que he compartido momentos inolvidables y que me ha hecho mucha, mucha compañía. Si le interesa el tema es un buen conversador, por eso, hemos tenido ratos de charla muy interesantes.
En fin, que le quiero muchísimo, y que le deseo que cumpla muchos, muchos años, y a poder ser en mi compañía, aunque por ley de vida llegará un momento en que se marche de casa.. TE QUEREMOS HIJO