El siete de julio, San Fermín, que es lo primero que viene a la cabeza cuando se escucha la fecha, fue el cumpleaños de Nuria, mi hija, cumplió 14 años.
Realmente es uno de sus cumpleaños. El otro fue el primer día que vino a casa, en que un juez, allí en Ucrania, decidió concedernos a la niña en adopción. Desde entonces es parte de nuestras vidas, aunque por supuesto tenía una historia propia anterior, que nunca le hemos negado y de la que siempre ha sabido. Desde ese día, el 6 de febrero de 1999, han pasado ya más de nueve años.
Aún me parece estar viendo a esa niña, de cara risueña, con expresión de ángel travieso, dándonos la mano por primera vez y mirandonos como si nos hubiera conocido desde siempre. Creo que a pesar de ser tan pequeña, ella ya presentía que existía el destino, sabía que estaba allí esperándonos y que el día de abandonar ese lugar había llegado.
Cuando abandonó el orfanato y viajábamos por primera vez hacia casa, iba descubriendo un mundo nuevo y las pocas luces que había en las calles de los pueblos que íbamos atravesando, le parecían una maravilla. Por alguna razón que no conocemos, le pasaba al contrario con la luna. Entonces le parecía algo terrible y lloraba sólo con verla. Otro recuerdo que tengo de aquel día era el hambre insaciable que tenía, menos mal que después se normalizó, si no sería un tonelito.

Foto: entrada al orfanato

La integración de Nuria a la familia fue rapidísima, adquirió todas nuestras costumbres y olvidó casi todas las suyas. Es curioso que de mis tres hijos, los otros dos biológicos, ella es la que más se parece a mí, tanto físicamente como en carácter.

Vivió con nosotros en Ucrania y al llegar a España, olvidó el ruso que hablaba y aprendió español. Afortunadamente, al volver a Kazajstán, no sólo ha recuperado el ruso sino que ahora además habla perfectamente inglés.
Cada día estamos más felices por el paso tan importante que dimos en ese momento, ahora no imagino mi vida sin ella, ha sido una de las cosas más importantes en nuestras vidas.
Querida Nuria acabas de cumplir 14 años, pero para mí tú ya sabes que es como si tuvieras 10, el tiempo que hace que apareciste en nuestras vidas.
FELICIDADES CHIQUITINA, TE QUEREMOS MUCHO.

Foto: Habitación donde dormía