Queria compartir con vosotr@s la experiencia de una boda en Tbilisi (Georgia- Cáucaso) a la que invitaron a mi marido hace dos semanas. Es una vivencia curiosa que está contada por él.

Es uno de los actos más típicos a los que te pueden invitar en Georgia porque es de las celebraciones “no contaminadas” con el progreso y la influencia extranjera.

Los jóvenes se casan, pero eso sí, siempre que el novio tenga trabajo para mantener a la mujer y además haya conseguido dinero para la celebración.

Llegado ese punto, la boda se divide en dos partes. Una primera fase, la boda religiosa, una típica boda ortodoxa y además georgiana, donde, los novios se pueden vestir de varias formas. La novia puede comprar el traje o alquilarlo, pero es obligatorio que sea blanco. El significado de este color para las novias georgianas sigue representando la pureza de la “doncella” el día de la boda pues la gran mayoría de las chicas georgianas siguen considerando que la virginidad debe acompañarlas hasta el matrimonio. El novio se vestirá con el traje georgiano típico o con un traje más convencional que le sirva para otras ocasiones. Después del rito religioso, se celebra una fiesta familiar, donde el vino corre por las mesas de forma abundante y antes de que se acabe la celebración, los novios se retiran y se van a vivir a su nuevo hogar.

La fiesta con todos los invitados se celebra una semana después. Ahí se produce el derroche más espectacular en cuanto a comida y bebida.

En la que estuvimos nosotros, los invitados empiezan llegando a casa del novio, donde un coche trae a la feliz pareja. Los novios se ponen en el salón de la casa alrededor de una mesa donde se colocan unos bombones y se reciben los regalos y las felicitaciones. Empiezan los brindis, que salvo casos aislados, son sólo pronunciados por hombres. Estos brindis siguen un orden bastante establecido deseándoles felicidad, hijos, dinero, etc., bueno, lo normal en estos casos. Primera dosis de alcohol.

La mayoría de los regalos en una familia como la que estuvimos, ambos de clase humilde, son objetos para el ajuar y oro para la novia.

Después, cuando llegas a la sala de banquetes, las mesas ya están rebosantes de platos de comida, que se irán reponiendo toda la noche y de botellas de vino. Los músicos preparan sus instrumentos al cabo de unos minutos, cuando se supone que han llegado todos los invitados, se pide atención y se nombra al “Tamada”, un gran honor, el maestro de ceremonias que será la persona encargada de los brindis oficiales, tanto para hacerlos como para ceder el turno. En este caso fue un tío de la novia.

La gente ha empezado a comer y no se espera para ello a los novios, que sólo hacen su aparición después del tercer brindis. Se levanta la copa por muchos motivos, pero los obligatorios son los novios, los padres, los hermanos, los abuelos, por Georgia. El más extraño que presencié fue por lo enterradores, que al parecer son los que nos acompañan a la última morada.

La comida se va alternando con la música y para acompañarla, el baile. Al principio danzas tradicionales georgianas y después música más actual. A los españoles, alguno ya de mediana edad, nos resultaba gracioso ver a las chicas bailar “agarrado” con los codos por delante para evitar el roce, ¡que tiempos aquellos! El baile más tierno fue el de la novia con su hermano, sólo les faltaba llorar de felicidad. El más raro, cuando a los hombres les sacan otros hombres a bailar, nos resultaba un poco chocante.

Como los cuernos nunca fueron buenos, a los extranjeros nos tocó realizar varios brindis con los cuernos. No hay que pensar mal, se trata de cuernos que se utilizan como copas y que, después del brindis correspondiente, te tienes que beber hasta el final pues no tiene base donde apoyarse. Fue terrible después de varios vasos de vino, tener que beberse varios de esos cuernos. Quedamos realmente perjudicados.

La boda termina cuando todos los invitados se han marchado y ahora son los novios los últimos en abandonar el local. Era el momento de despedirse pero fue una difícil tarea pues todo el mundo te abrazaba, besaba, te daba otra copa, en fin, que no nos fuimos, nos tuvimos que escapar.


Fotos: La primera está sacada de internet para proteger la intimidad de los novios, pero esos son los trajes típicos sobre todo el del novio. Las demás fotos, sí son de la boda en cuestión.