Esto lo he recibido por internet y me ha parecido interesante. Lo comparto con tod@s . ¿Qué opinais?

El texto que sigue fue entregado por el profesor de Ética y Ciudadanía de la Escuela Objetivo-Americana, Sr. Roberto Candelori, a todos los alumnos de su clase, para que se lo entregasen a sus padres
La única condición solicitada por el profesor fue que cada alumno permaneciese al lado de sus padres hasta que terminasen la lectura.
El texto, fue publicado recientemente por los diarios en Brasil, tras la muerte estúpida de Tarcila Gusmao y María Eduarda Dourado, ambas de 16 años, en la localidad de Maracaípe, Porto de Galinhas.
Despues de 13 días de desaparecidas, las madres de las chicas revelaron desconocer a los proprietarios de la casa donde sus hijas habían ido a pasar el fin de semana.
La tragedia impresiónó a la opinión pública y el crimen permanece sin respuesta.
Madres Malas
(Dr. Carlos Hecktheuer, Médico Psiquiatra)
“Un día, cuando mis hijos estén crecidos lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres y madres, yo habré de decirles:


- “Los he amado lo suficiente como para haberles preguntado adónde van, con quién van y a qué hora van a regresar”.
-Los amé lo suficiente para no haber quedado callada y hacerles saber, aunque no les gustara, que aquél nuevo amigo no era una buena compañía.
-Los amé lo suficiente como para hacerles pagar las golosinas que agarraron del supermercado o las revistas del kioskero, y hacerles decir al dueño: “Nosotros tomamos esto ayer y queremos pagarlo”.
-Los amé lo suficiente como para haber permanecido en pie, junto a ellos, dos horas, mientras limpiaban su cuarto, tarea que habría hecho yo en 15 minutos.
-Los amé lo suficiente para dejarles ver el amor que sentía por ellos, como también la decepción y las lágrimas en mis ojos.
-Los amé lo suficiente para dejarles asumir la responsabilidad de sus acciones, aún cuando las penas eran tan duras que me partían el corazón.
-Y ante todo, los amé lo suficiente para decirles NO, cuando sabía que ellos podrían odiarme por eso (y en algunos momentos sé que me odiaron).
Esas eran las batallas más difíciles de todas. Estoy contenta, porque vencí... ¡Porque al final ellos ganaron también!
Y cualquiera de estos días, cuando mis nietos hayan crecido lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres y madres; cuando ellos les pregunten si su madre era mala, mis hijos les dirán:
“Sí, nuestra madre era mala. Era la madre más mala del mundo... Los otros chicos comían golosinas en el desayuno y nosotros teníamos que comer cereales, huevos y tostadas. Los otros chicos bebían gaseosas y comían papas fritas y helados en el almuerzo y nosotros teníamos que comer arroz, carne, verduras y frutas.
Mamá tenía que saber quiénes eran nuestros amigos y qué hacíamos nosotros con ellos.
Mamá insistía en que le dijéramos con quién íbamos a salir, aunque apenas fuera una hora o menos. Ella nos insistía para que le dijéramos siempre la verdad y nada más que la verdad.
Y cuando éramos adolescentes, no se cómo, pero conseguía hasta leernos el pensamiento.

¡Nuestra vida sí que era dura y pesada!
Ella no permitía que nuestros amigos nos tocaran bocina del coche para que saliéramos; tenían que bajar, tocar a la puerta y entrar para que ella los conociera.

Cuando todos podían volver tarde por la noche con 12 años, nosotros tuvimos que esperar como hasta los 16 años para hacerlo; y mi pesada madre se levantaba para preguntarnos cómo había estado la fiesta (sólo para ver en qué estado volvíamos).

- Por culpa de nuestra madre, nos perdimos inmensas experiencias y aventuras en la adolescencia.
- Ninguno de nosotros estuvo envuelto en problema de drogas, ni en robos, ni en actos de vandalismo o en violación de la propiedad, ni fuimos a la cárcel por crímenes.
¡TODO FUE CULPA DE MI MADRE!
Ahora que somos adultos honestos y educados, estamos haciendo lo mejor para ser “PADRES MALOS”, como lo fue mi madre. YO CREO QUE ESTE ES UNO DE LOS MALES DEL NUESTRO MUNDO DE HOY:
¡NO HAY SUFICIENTES MADRES MALAS!
Aquellas que ya son madres, que no se culpen , y aquellas que lo serán, ¡que esto les sirva de alerta!