Día 8 de Mayo de 2007 (Martes)

Bujará conquista al viajero por su especial encanto. Era una de las ciudades más importantes de la Ruta de la Seda.


Bujará es una ciudad que maravilla por el número de sus monumentos que conviven con sus habitantes en una increíble simbiosis, creando un ambiente que envuelve al visitante en esta ciudad museo. Desde su temprana arquitectura de los siglos X-XII hasta las más modernas construcciones del siglo XVIII se encuentran lugares que sin estar cubiertos por la fama de los de Samarcanda atraen la atención por su valor de conjunto. Tanto los monumentos de la ciudad como los que se encuentran en las afueras, así como la acogedora Plaza de la Liabi-Jauz donde los atardeceres se acompañan con té y descanso, convierten a esta ciudad en un magnifico rincón del planeta para no olvidar jamás.


Mausoleo de Los Samanidas


Al frente de la Fortaleza, en la profundidad del Parque Central de Bujará, en una plaza abierta rodeada de árboles se levanta el Mausoleo de los Samanidas. A pesar de ser pequeño por sus dimensiones, atrae la atención de los investigadores de todo el mundo. Es objeto de los estudios de cualquier interesado en la historia de los pueblos de Asia Central.

Los relieves del exterior, así como los del interior, las columnas y los arcos, continúan la antigua tradición del antiguo arte sogdiano (lengua medioirania oriental, que durante muchos siglos fue una lengua franca en el tramo de la ruta de la seda que atraviesa Asia central hasta llegar al Turkestán) de tallado en madera. Sin embargo, el máximo significado de este monumento lo representa el desarrollo de la maravillosa técnica de ornamentación y trabajos de relieves con ladrillos. El mausoleo transmite sin duda solemnidad y armonía.








Minarete Kalian


Es difícil imaginarse la arquitectura de esta ciudad museo sin el minarete Kalián, que representa para los siglos XI y XII de la historia de Bujará, la misma importancia que para el periodo anterior conlleva el Mausoleo de los Samanidas.
Según aumenta la altura el minarete se va estrechando hasta llegar a la corona rodeada por una decoración con estalactitas. La corona tiene 16 estrechas y alargadas ventanas con forma de arco apuntado.
El Minarete Kalián representa la grandeza del arte de los siglos XI y XII. Los detalles de los dibujos son claramente proporcionales, con un diseño preciso y cuidado, tiene un gran sentido del ritmo que aparece en las formas que crean los ladrillos, alcanzando en todo su conjunto admirables cotas de armonía.
Bujará ha sido tradicionalmente el principal centro de cultura islámica en Asia Central, y el principal centro de peregrinación musulmana del mundo tras La Meca.




La Mezquita Kalián
La Mezquita Kalían, o Masdllidi-dllumá (Mezquita del Viernes) se comenzó a construir ya en el siglo XV y según la inscripción de su fachada se terminó en 1514. Es una de las más grandes del Asia Central (127 por 78 metros). Incluye un amplio patio interior rodeado de galerías cubiertas por cúpulas de ladrillo. En época de celebraciones religiosas puede dar cabida hasta 12000 personas. En el lado opuesto al portal de entrada se encuentra el edificio principal coronado por una gran cúpula cubierta de cerámica azul.


Bujara ha sido uno de los principales focos de la civilización iraní, ya que durante largos períodos históricos formó parte del imperio persa. Pudo haber sido fundada en el siglo XIII aC. Su nombre deriva de la palabra “monasterio” en sánscrito. Su arquitectura es uno de los pilares del arte iraní. Alberga unas 350 mezquitas y 100 madrasas. Las cúpulas azules que coronan sus edificios, como las de Samarkanda y Khiva, eran el símbolo de Tamerlán..