Día 11 de Mayo de 2007 (jueves)










Estos paisajes tan maravillosos, son en el viaje que hicimos desde Samarcanda a Tashkent.
Primeramente el paisaje está sin vegetación, según vas viajando, te encuentras con impresionantes estepas en las cuales aun se ven los pastores nómadas cuidando del ganado,éste puede ser ovejas, cabras, caballos o camellos.
Empezamos a ver a lo lejos zonas rojas que según nos íbamos acercando, eran auténticas alfombras de amapolas.
En ésta época del año es cuando aparecen, solamente duran una o dos semanas y es un espectáculo poder contemplar esta maravilla de la naturaleza.
En Kazajstán también se encuentran estos maravillosos campos de amapolas que nosotros ya habíamos conocido, pero es imposible pasar al lado y no parar a fotografiarlo.
TASHKENT

Tashkent es la capital de Uzbekistán y la metrópoli principal de Asia Central, tiene una historia de 2000 mil años que servía como una ciudad donde cruzaban caminos comerciales.
En los siglos IV y V de nuestra era, existía ya un asentamiento urbano permanente en el emplazamiento de la ciudad actual. Las fuerzas árabes tomaron la ciudad en el año 751, lo cual comenzó la expansión del islam en la zona. Durante los siglos IX y X, Taskent pasó a estar bajo el control del imperio samánida.
Se ha perdido una gran parte de la arquitectura tradicional de Tashkent debido a la destrucción de muchos de sus edificios históricos tras la Revolución Rusa de 1917 y, posteriormente, durante el devastador terremoto de 1966.
Uno de los edificios más importantes que aún se conservan en la ciudad es la madraza de Kukeldash, del siglo XVI. En la actualidad, el edificio alberga una mezquita, y está siendo transformado en museo. La construcción de este edificio se remonta al reinado de Abdullah Jan (1557-1598).
En Taskent se conserva uno de los ejemplares más antiguos del Corán.
Taskent cuenta con un sistema de ferrocarril metropolitano, el único de Asia Central.












Uzbekistan en general, se caracteriza por sus mercados en los cuales puedes encontrar mucha variedad de especias y frutos secos.
Las uvas pasas negras y blancas, nueces, pistachos fritos, salados, garbanzos fritos, todo tipo de frutas secas que ellos preparan y son muy parecidas en sabor a las "gominolas" que tanto gustan a niños y mayores, pero estas, totalmente naturales.
Tienen tambien muchisima variedad en especias, azafrán, comino, tomillo, romero, etc.
Otra de las muchas cosas típicas que tienen, es el "kurt", es un tipo de queso muy salado y bastante duro.
Según nos contaron, ésto lo hacía los antiguos nómadas sobre todo para conservar la leche. Lo cuajaban con bastante sal y lo dejaban secar al sol, con lo cual tenían lácteos para todo el año. Durante la primavera, lo preparaban y cuando llegaba el crudo invierno en las estepas, el kurt lo tomaban todos, incluso los más pequeños, a los bebés se lo daban a chupar porque era la forma de obtener calcio y a la hora de crecerles los dientes, les salían muy saludables.
Yo lo he probado y a mí personalmente no me gusta porque además de ser muy salado, es un poco agrio y la sensación al comerlo, es como si estuvieses mordiendo un trozo de yeso.
Aqui en el mercado de Tashkent se encontraban bastantes personas vendiéndolo y cuando pasábamos al lado de ellas, nos daban a probar.
MERCADO DE TASHKENT






Aquí termino mi blog sobre el viaje a Uzbekistan, espero que os haya gustado. Para mí es uno de los viajes maravillosos que hemos realizado.
Parece mentira que un país tan desconocido para mucha gente, haya encontrado tanta maravilla, no solamente me refiero al paisaje, también a las personas que viven allí. Son muy amables, cariñosas, hospitalarias,etc. Como curiosidad puedo contar que nosotros aquí en Almaty conocíamos a varios uzbekos puesto que varias veces al año organizan un bazar de artesanía y se reunen, con lo cual después de tanto tiempo viviendo aquí, ya nos conocemos. Cuando le comenté a una de estas señoras del bazar, que ibamos a visitar su país, rapidamente me dio su dirección y donde localizarla, que nos queria invitar a su casa cuando estuviesemos allí.
Esto fue en Samarcanda que es donde vive. Fuimos los cuatro y el conductor a cenar, nos preparó una suculenta cena, en la cual teníamos: todo tipo de frutos secos tipicos de allí, fresas y cerezas de su propia cosecha. Aquí es costumbre ponerlo todo encima de la mesa, no como nosotros, con lo cual puedes empezar por el postre y terminar con el primero. A continuación las hijas de esta señora, nos traen un "plov" (arroz con especias y cordero), el mejor que habíamos probado en todo los años que llevamos viviendo por estas tierras.
Nos regalaron frutos secos para llevar y a José Carlos, un cuchillo hecho a mano con la funda de piel y traido desde el Valle de Fergana, típicos de alli.
Se portaron como nuestra familia.
Por último, decir que en Tashkent no visitamos muchas cosas porque había 37º, Nuria con dolor de estómago por el agotamiento y decidimos recorrer la ciudad en el coche con el guia explicándolo. Más bonita que Almaty, pero con ese aire soviético que caracteriza a todas estas ciudades de los antiguos paises de la Unión Soviética.
La última noche quedamos para cenar en el Restaurante Caravan muy cerca del hotel donde nos alojábamos, con el Consul Honorario español que hay allí, y con la Lectora Alejandra que nos estuvieron contando cosas muy interesantes del país.
Al día siguiente temprano camino al aeropuerto para volver a Almaty, empezamos a tener contacto con la cruda realidad, el kazajo bruto empujando, escupiendo en cualquier lugar y sin respetar a nadie.